2 jun 2009


ImageThe Bachelor
Excesos

Por Ale Fortoul





(Blood Chamber, 2009)
www.myspace.com/officialpatrickwolf
www.patrickwolf.com






Desde la primera escucha de un disco se establece una relación íntima con él. Es un concepto parecido al de “amor a primera vista” y debo confesar que hasta hace dos semanas odiaba The Bachelor.

La forma experimental en la que está confeccionado, se aleja de la universalidad liviana que sus tres álbumes anteriores manejaban: las impresiones tempranas se asemejan a esta metamorfosis existencial kafkiana. Mi reconciliación con “el soltero” – o siendo muy sincera, con la soltería – fue al entender que al igual que en las relaciones, no basta encontrar a la persona (álbum) indicada sino que el tiempo tiene que ser el propicio también. Fue el desgarrador contenido de éste y la honestidad con la que se entrega Wolf, lo que nos mantuvo distanciados por dos semanas.

Inicialmente se pretendía lanzar un trabajo doble bajo el nombre de Battles. La primera riña fue consigo mismo y el amor (pre-amor), la segunda fue la ironía de haber encontrado su alma gemela y caer en los clichés de los que tanto se quejaba en el primero disco (post-amor). La batalla que desencadenó la idea de dos discos sucesivos y no un álbum doble fue la de las discrepancias creativas con su antigua disquera Universal (situación que lo lleva a crear una propia: Blood Chamber Music).

En el primer acto se gesta el momento en que la soltería se convirtió en un adjetivo indeseable sustentado por el trillado discurso de parejas que le imploran: “no te preocupes, encontrarás a alguien pronto…hay alguien para ti”. La desquiciante soledad en los hoteles de la gira “Magic Positon” dio como resultado una verborrea existencial que al ritmo de marchas sintéticas con tintes celtas crearon la atmósfera de un campo de batalla sin fin cercano.

(Sabemos que hay un final feliz en donde el protagonista es William, el amor de su vida, a quien conoce el día que decide abandonar el territorio enemigo. Este segundo acto es bautizado como The Conquerer -El Conquistador- que será revelado en el 2010.)

El primer sencillo, “Vulture” (buitre), alude a un fin de semana de experimentación sexual en Los Angeles. El video muestra a Wolf en prácticas sado-masoquistas haciendo alusión a esta voracidad sexual incitada por el vacío existencial insaciable. Es característico del compositor el expresar corporalmente la emergencia emocional que emana de su estado catártico.

La pieza clave del disco es “The Bachelor”. Mediante acordes lúgubres en piano, violines fatalistas y poderosas letras que gritan “I will never marry, marry at all” (No me voy casar, no me voy a casar nunca) capturan la esencia nihilista del álbum.

En dos canciones, Tilda Swinton presta su voz para encarnar los monólogos que el ahora rubio platinado escribió con el fin de exaltar la teatralidad existencialista.

Patrick Wolf se desborda en excesos. Su exuberancia habitual se eleva a alturas obscuras nunca antes vistas en sus discos anteriores. El hedonismo voraz, el exceso de arreglos en cuerdas, los afilados ritmos guerreros, el desbordamiento de dolor y desesperanza convergen en un disco tan poderoso que duele y remite a las emociones más profundas de cualquier mortal.

tracklist

1. Kriegsspiel (Wargames)
2. Hard Times
3. Oblivion
4. The Bachelor
5. Damaris
6. Thickets
7. Count Of Casualty
8. Who Will?
9. Vulture
10. Blackdown
11. The Sun Is Often Out
12. Theseus
13. Battle
14. The Messenger

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