Kitsch Glam Magazine

Mixtape
por Mara Vargas
Antes de la revolucionaria llegada del Internet, incluso antes de la popularización del CD, en los años setenta y ochenta, la música se escuchaba de forma diferente. En aquella época, la música no era tan accesible. Si escuchábamos una canción en la radio que nos gustara, nos veíamos obligados a comprar el casete o vinyl que contenía el álbum completo de un artista. Éste, resultaba con frecuencia decepcionante y sólo los sencillos valían la pena. Coleccionar distintos artistas implicaba un gasto importante. No fue hasta que conocimos la maravilla del mixtape que todo esto cambió. A la gran mayoría se nos ha olvidado que hacer un mix-tape es mucho más que juntar un montón de canciones y dejarlas sonar en un orden aleatorio.

El mixtape, surgió en Estados Unidos a finales de los sesenta en el formato 8 track. Éstos solían venderse en el mercado y contenían compilaciones de los éxitos del momento. Con la popularización del casete en los años ochenta, los mixtapes pasaron de ser algo que “se compraba” a algo que “se hacía en casa”. Eran el regalo perfecto, la música de las fiestas, el acompañante en largos viajes de carretera, y tu acompañante musical en casi cualquier situación. El mixtape era una muy cuidadosa selección de canciones guiada por una temática, humor o propósito. Es por esto que hacer un buen mixtape no era cosa fácil.

Actualmente hacer un mixtape en formato de CD o en su defecto una playlist, parece cosa fácil, pero en realidad es un arte que nosotros en Delicatessen queremos rescatar. Es por eso que les daremos algunos tips para dominar este arte. Para empezar se debe definir el propósito: una compilación personal para un estado de humor específico, para ambientar una reunión o bien, para regalar. Como bien decía Nick Hornby en su libro High Fidelity, hacer un mixtape es como hacer una carta; se piensa mucho antes y durante la creación, se borran cosas y a veces es necesario volver a empezar. La primera canción debe de ser una entrada fuerte. Sin embargo, debe de dar pie a la siguiente canción y no dejar a nuestro escucha sin aventurarse al segundo track. Las siguientes canciones deben tener una línea rítmica. No es buena idea poner una canción de Wisin y Yandel seguida de otra de Feist. Otro punto importante es jamás poner dos canciones del mismo artista juntas, podría parecer un descuido. El mixtape debe ser emocionante, como una historia que culmina con una gran canción.

Un gran detalle, en caso de que el mixtape sea un regalo, es el empaque.Se le puede hacer una portada con algún dibujo o dedicatoria, además de incluir la lista de canciones que incluye. Recordemos que se trata de una brindar una experiencia agradable para quien lo escucha, el mixtape no es un medio para presumir nuestro amplio conocimiento musical.

Aunque el catorce de febrero ya pasó hace algunos días, un mixtape puede ser un gran regalo para nuestros amigos, familiares, pareja o incluso para nosotros mismos. Poco importa el formato, sea CD, el clásico casete o con una playlist hecha con mucho cuidado para el reproductor mp3.