10 ene 2011




The Go! Team

Rolling Blackouts

(Memphis Industries, 2011)

Por Sofía Muñoz (Chou)





En vísperas del fin del mundo, arcas gigantescas se disponen a salvar lo poco que subsistió de la civilización como la conocemos. Desastres naturales y artificiales acaban con hectáreas completas de bosques y selvas; no se percibe un solo espacio verde, sólo una gran masa de frío concreto. Los seres humanos se encuentran frenados ante su propia existencia. Sin embargo, para el sexteto inglés The Go! Team las cosas son diferentes. Todavía -en algún lugar del apocalíptico mundo- queda un espectro de energía y buena vibra.

Implacable música ardorosa, repleta de samples atemporales e instrumentos enérgicos, refleja la intención final de la banda: hacer un collage de imágenes sonoras que remitan a un pasado nunca antes escuchado. The Go! Team reitera el porqué siempre se les ha considerado una mezcla de estilos que van desde música bollywoodense, pasando por garage rock y guitarras “sonicyoutheras”. En cada una de sus obras (y con el afán de librarse de comparaciones), la banda ha sabido arraigarse a su propio estilo y a la vez crear piezas sumamente distintas.

Rodeada por una gruesa capa de eclecticismo, la nueva producción de The Go! Team no se queda atrás. Las guitarras frondosas, los beats imponentes y las voces distorsionadas se funden en una producción que encanta al oído para darle a entender al escucha que el mundo sigue siendo de colores. El primer track del disco (también el primero que se dio a conocer), “T.O.R.N.A.D.O.”, deja claro que la estética lo-fi de la banda sigue formando parte de su identidad. Instrumentos de viento crean melodías pegajosas que se adhieren a la mente sin poder parar de tararear en cortes como “Voice Yr Choice” y “Yosemite Theme”.

Gustosos de invitar a distintos colaboradores en las grabaciones de sus discos, The Go! Team eligió a Bethany Cosentino de Best Coast y Satomi Matsuzaki de Deerhoof para dejar –exitosamente- su huella en Rolling Blackouts. Matsuzaki participó en “Secretary Song”, cediendo una dosis de pop californiano al disco. Mientras tanto, en lo que pareciera ser un claro homenaje a la revista Adbusters, Cosentino se encargó de convertir “Buy Nothing Day” en un corte apacible pero a la vez deseoso de ser bailado. Dos canciones “pop-asesinas” que, son de lo más destacado del disco.

Después de una serie de tracks instrumentales como “Bust-Out Brigade” y “Super Triangle”, la oda a la alegría se ve frenada por “Lazy Poltergeist”. Las doce manos que componen a la banda son desperdiciadas (¿un respiro a tanto guitarrazo, quizá?) para dejar a un piano hacer lo suyo. La canción –que no necesariamente es mala- parece no encajar con el todo, y la pausa que representa pierde la consistencia del disco. Aún así, el sonido es rescatado por la rasposa y pesada “Rolling Blackouts”, que a la vez se ve apaciguada por el corte que cierra el disco: “Back Like 8 Track”.

Seis músicos con alma de orquesta que intentan dejar a un lado las convencionales porras chiquiti-bum-a-la-bim-bom-ba para dar paso a música animosa capaz de levantar al hombre más pesado de la Tierra. Seis músicos que con dos baterías marcan el paso a una nueva década que sólo puede ser coloreada con armonía. Seis músicos que, con tres discos en su historial, han impactado al universo musical posicionándose como una banda que -incluso en un escenario apocalíptico- sigue pasándola bien.



0 Comments:

Post a Comment



Template by:
Free Blog Templates
This template is brought to you by : allblogtools.com | Blogger Templates