27 nov 2008
Reptilectric
El impactrueno de un Pokémon electrico.
Por Vicente Carcaño
(EMI / Noiselab, 2008)
http://www.zoetheband.com/
¿Quién no recuerda Pokémon? Uno de los videojuegos más exitosos de Nintendo, en que el objetivo principal es atrapar y entrenar a criaturas extrañas con poderes mágicos para lograr ser el mejor entrenador de monstruos de bolsillo –Pokemones- del mundo. Lo curioso de estos personajes, es que fueron concebidos al mezclar animales, objetos, elementos de la naturaleza, personajes mitológicos y habilidades físicas, por ejemplo: Zapdos, un águila con el poder de un trueno o Elekid, un Pokémon eléctrico cuyo cuerpo parece un enchufe.
A esta fauna, se podrían sumar las creaturas ‘Hechas en México’, que emanan del ingenio de León Larregui, quien gusta de conjugar y amalgamar palabras para nombrar sus obras (recuerden Rocanlover y Memo Rex...), además de crear personajes extraños en sus letras, un poco parecidos a los Pocket Monsters. En este caso, la mezcla de la electricidad y un reptil engendraría a un ser legendario del tipo ‘eléctrico’ que le haría frente al famoso Pikachu u otros combatientes: Reptilectric.
Obviamente Zoé no tuvo en la mente hacer un monstruito, sino a un dios-intergaláctico-prehispánico (vaya, similar a Quetzalcóatl), cuyo regreso del exilio traerá la ansiada paz al mundo, para terminar con el materialismo y la guerra; su ideología hippie pretende imperar en todos los rincones donde llegue su mensaje y llegar a la omnipotencia.
Reptilectric es el cuarto álbum de estudio para Zoé, producido por el inglés Phil Vinall -entrenador musical y aliado fiel en la saga de la banda-. El trabajo tiene once cortes: algunos aún mantienen un pie en la “vibra psicodélica” reflejada en sus trabajos anteriores, mientras que algunos temas ensayan con gestos que buscan salir de la zona de confort. Las letras siguen rumbos conocidos: epifanías reveladas a la una de la mañana en un “depa” de la Condesa, con anime japonés corriendo en el televisor.
El disco abre con la canción que le da nombre: “Reptilectric”, un tema lleno de efectos de la batería hechos por Rodrigo Guardiola y una guitarra con ecos eléctricos. El video muestra imágenes inspiradas en pirámides electrónicas y líneas de neón. Decepciona un tanto que esta imaginería ha sido ya probada y explotada en sus videos por Daft Punk, Battles, MGMT, Klaxons… hasta ¡Motel! y … ¡Juanes! “Nada” es el tema más largo del disco, pero también el más deprimente, ya que propone una cura para aquellos momentos amargos ante un hueco vacío. En “Sombras”, existe una temática oscura que trata sobre la intrascendencia y acerca de pasar desapercibido ante el mundo, pero el sonido muestra lo contrario a partir de secuencias y melodías alegres.
El sonido característico de Zoé regresa en “No Hay Dolor”, que recuerda por momentos a “Memo rex”, pero con más sonidos y toxinas que transforman la realidad en un mundo en que no pasa nada. Lo mismo sucede con “Poli”, tema acústico sobre una chica ideal, una perla mexicana a la que se le quería “bajar la luna y las estrellas”, pero cuyo esfuerzo resultó infructuoso.
La influencia de los Beatles antes de la etapa psicodélica que los ha identificado a lo largo de su carrera (especialmente en el tema “Love”), se ve reflejada en tres canciones: “Neandertal” un comentario sobre la barbarie; “Luna”, un llamado a evitar el abandono y “Últimos Días” –el penúltimo track- que funciona como clímax del álbum, al dar el mensaje de pasarla lo mejor posible y ser fuerte antes de perecer para subir al cielo y estar con los dioses: dejar de pensar y sentir el tiempo y el espacio para pasar a otra dimensión. En los tres temas, el rock hace química con las secuencias electrónicas, como lo hace Radiohead o Zurdok. Reptilectric finaliza con el tema más experimental, “Babilonia”, en un exceso de secuencias y efectos de la batería.
El arte del álbum manifiesta una influencia de las culturas antiguas, con imágenes reflejan un uso excesivo de los prismas al estilo Dark Side Of The Moon; igual de Pinkfloydeana es la portada, la cual muestra a los integrantes de la banda utilizando mascaras en el escenario de una playa desértica, como aquel mundo reflejado en El Topo de Alejandro Jodorowsky, aislado de toda civilización, lleno de incertidumbre existencial.
El álbum no sorprende, pero tampoco decepciona. Zoé sigue su camino hasta lograr ser un maestro Pokémon del rock nacional, pero sería bueno que se convirtiera en una banda más aventurera. En Pokémon, los entrenadores se vuelven poderosos al ir a los gimnasios de diferentes ciudades para enfrentarse a los líderes de éstas y poder enfrentarse a otros entrenadores en diferentes torneos de su mundo. En este caso, el siguiente paso para Zoé es salir de su entorno para competir en los diferentes festivales del mundo para adquirir reconocimiento (del público y la crítica), más poder, experiencia y sostenerse como una banda de talla mundial.
Video de “Reptilectric”
Etiquetas: reseña
1 Comment:
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- Chaparrita de Piña (cuando la botella era de vidrio y sabía rica) said...
29 de noviembre de 2008, 10:28chido blog! muchas gracias x hacerme parte de la lista, ya son parte de mis recomendaciones... estamos en contacto, chau!
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