3 nov 2008
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Empire of the Sun
Walking on a Dream
Quetzalcoatl and the Amazing Technicolour Dreamcoat
por Malfi
http://www.walkingonadream.com.au/
(The Sleepy Jackson Party, 2008)
“Los días del obscuro emo han acabado, es tiempo de celebrar el color de la vida”
Luke Steel de Empire of the Sun
Comenzó el 2008 como acabó, con la esperanza de un renacimiento tanto político como ambiental, social y económico, como si no se pudiera esperar ni un segundo más para la limpieza a profundidad que Quetzalcóatl prometió para nuestro mundo en el 2012. Con todo este progreso, la música dio bruscos giros por una autopista que ni un GPS podría entender, donde el túnel con la luz que brilla al final, más bien es una autopista a colores que deforma el concepto de género para establecer que el mejor camino sin tráfico, son los subgéneros.
David Marchese, escritor de la revista Spin analizó uno de estos caminos, llamándolo “Invsn of the Hpstr Hippies” (dígase de la falta de vocales gracias al recurso MSTRKRFTesco), donde propone que existe una órbita musical, donde MGMT es el sol y una de sus estrellas con más diamantina es Empire of the Sun.
Empire of the Sun es un dueto australiano compuesto por Luke Steele (de Sleepy Jackson) y Nick Littlemore (de PNAU), hasta ahí nada fuera de lo común. El nombre de esta banda no está basado en la película dirigida por Steven Spielberg, para decepción de muchos que ya presumían sus conocimientos de cinéfilos bohemios. El origen de su nombre surge del libro en el que se basó la película, publicado en el icónico año de 1984 y escrito nada más y nada menos que por J. G. Ballard. Si el nombre resulta familiar, probablemente es por su excelente colección de libros, que ayudaron a la creación del New Wave de la ciencia ficción, no solamente por haber escrito Myths of the Near Future, que irónicamente es también el nombre del álbum debut de los que ayudaron a la creación del New Rave, The Klaxons.
El álbum con el que Empire of the Sun se presenta a los audífonos del universo, hace fiel homenaje al origen de su nombre. Walking on a Dream fue una sorpresa pre-navideña hecha por elfos que sueñan con plumas de colores, llena de “falsettos de sintetizador” que David Bowie inventó, solo que con dos octavas debajo de Luke Steel y tres décadas menos de tecnología. Un acento difícil de posicionar acompaña a quiméricas guitarras al inicio del álbum con la primera canción: “Standing on the Shore”. A partir de ese momento, es poco probable que Gary Numan haga un cameo vocal en cualquiera de los 43 minutos de Walking on a Dream.
Al parecer, el mid-tempo es la columna vertebral del álbum, no hay canción que se despegue de una estética de ordenadas percusiones con etéreas guitarras y sampleos que parecen salir de La Historia sin Fin (con máquina de viento incluida). El primer sencillo, que dio título a esta colección de canciones de fondo para un elevador a la luna, es el perfecto ejemplo del andrógino sentido de paz que tanto fans de Napoleon Dynamite como Trekkies de closet van a poder entender.
Así es la estelar trayectoria de Walking on a Dream, perfectamente representada en su interestelar portada hecha con aerógrafos de los ochenta. Con canciones como “Delta Bay” que es introducida por la voz de un alegre extraterrestre o “Country”, una balada instrumental que hace homenaje al género que nombra y que bien se pudo componer en cualquiera de los anillos de Saturno. “Swordfish Hotkiss Night” sirve para amenizar la escena erótica estilo Barbarella con una fembot que tiene cabellos de oro y “Half Mast” el himno de victoria de estos héroes que no le temen al maquillaje facial.
Comenzó el 2008 como acabó, y Empire of the Sun ayudó en el inicio de un círculo vicioso que reformará el siguiente 2009, donde en lugar de buscar soluciones razonables para bajar el precio de la gasolina, o resumir el uso de contaminantes ambientales, habrá una resignación masiva que explicará los fenómenos naturales bajo una lupa al estilo light-saber y la paz como la única medicina a la crisis económica. Quetzalcóatl estará orgulloso.
Video de “Walking on a Dream”
Etiquetas: reseña
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