15 abr 2009
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Kingdom of Rust
Óxido al estilo Manchester
Por Betty Sokol
(Astralwerks Records/EMI 2009)
http://www.doves.net
Tras una espera de cuatro años, los Doves regresan con Kingdom of Rust, un trabajo tan perteneciente a Manchester como la banda misma, sumergida en la corrosiva atmósfera industrial.
Conformados en el 2000, el trío de Jimi Goodwin y los hermanos Jez y Andy Williams, han tocado temas grises que describen el ambiente en donde se han desarrollado, un lugar obscuro y frío: Basta notar los títulos de sus obras: Lost Souls (2000) – Almas perdidas,- seguido por The Last Broadcast (2002) – La última transmisión - y Some Cities (2005) – Algunas ciudades,- del cual destaca la canción “Black & White Town” – Pueblo en blanco y negro.- Su nuevo LP, Kingdom Of Rust – Reino del Óxido,- no se queda atrás ya que no pierde la melancolía y hace referencia a algo viejo y desgastado. Para lograr dicho sonido, fue requerida la labor del legendario John Leckie, quien ha trabajado con Pink Floyd en Dark Side of the Moon y My Morning Jacket en Z.
Las fronteras del Reino del Óxido, van desde un pop tranquilo y congelado como “Winter Hill”, hasta un sonido más atrevido y caluroso como “House of Mirrors”. Esta diversidad crea un equilibrio perfecto en el territorio, permitiendo explorar los diferentes estados de ánimo que la banda ofrece, tales como desolación y ventura, sin que éstos sean desviados hacia otros caminos.
Con el toque electrónico que los caracteriza han formado “Jetstream”, una canción digna de vuelo, inspirada en la película Blade Runner. En ésta se construye un terreno musical apto para viajar en un plano obscuro y futurista lleno de velocidades matizado por una voz enérgica al lado de un ritmo envolvente.
El single que le da nombre al disco, “Kingdom Of Rust”, parece un invierno potente, pero cuando pasa del oído a la mente sufre una variación que convierte al sencillo en un bosque cálido. Esta canción tiene una gran composición, mientras que la letra transmite una emoción melancólica pero a la vez inspiradora: “I long to feel some beauty in my heart/ as I go searching right to the start” – “Anhelo sentir un poco de belleza en mi corazón, mientras voy buscando la verdad desde el principio”.- El video de la canción trata sobre un hombre que sale de esta ciudad oxidada en busca de algo; llega a diferentes lugares, algunos cubiertos de nieve, otros desérticos, pasa por carreteras y termina en el mar.
La transición del álbum es “10:03”, el cual tiene una colaboración de Tom Rowlands, de los también mancunianos Chemical Brothers: esta pieza es el mejor ejemplo del dance-rock épico de Doves. Un tren que señala el camino a casa, con una melodía lenta y hechizante al inicio, que evoluciona por medio de sintetizadores, los cuales crean un ritmo más acelerado que se mueve a una altura más potente que la principal.
“Compulsion” es la canción que más se diferencia de las otras diez, ya que esta vez los Doves deciden experimentar con un ritmo funk que suena a “Rapture” de Blondie y que se presta un poco más para bailar por el sonido atrevido que tiene; con esto crean la posibilidad de ser contemplados con una mirada diferente sin decepcionar a sus admiradores.
El trío cierra el álbum con un toque elegante y atractivo: “Lifelines”, que resalta por su combinación de altos y bajos justo como la estructura de las demás partes del disco; es un perfecto final para volver a escuchar todo el material de nuevo.
Así es como Doves ha creado otro gran disco, pero esta vez superó a los demás; Kingdom Of Rust ha llegado a nuestra época para demostrar que estos tres músicos todavía pueden producir música de estándares muy altos.
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Conformados en el 2000, el trío de Jimi Goodwin y los hermanos Jez y Andy Williams, han tocado temas grises que describen el ambiente en donde se han desarrollado, un lugar obscuro y frío: Basta notar los títulos de sus obras: Lost Souls (2000) – Almas perdidas,- seguido por The Last Broadcast (2002) – La última transmisión - y Some Cities (2005) – Algunas ciudades,- del cual destaca la canción “Black & White Town” – Pueblo en blanco y negro.- Su nuevo LP, Kingdom Of Rust – Reino del Óxido,- no se queda atrás ya que no pierde la melancolía y hace referencia a algo viejo y desgastado. Para lograr dicho sonido, fue requerida la labor del legendario John Leckie, quien ha trabajado con Pink Floyd en Dark Side of the Moon y My Morning Jacket en Z.
Las fronteras del Reino del Óxido, van desde un pop tranquilo y congelado como “Winter Hill”, hasta un sonido más atrevido y caluroso como “House of Mirrors”. Esta diversidad crea un equilibrio perfecto en el territorio, permitiendo explorar los diferentes estados de ánimo que la banda ofrece, tales como desolación y ventura, sin que éstos sean desviados hacia otros caminos.
Con el toque electrónico que los caracteriza han formado “Jetstream”, una canción digna de vuelo, inspirada en la película Blade Runner. En ésta se construye un terreno musical apto para viajar en un plano obscuro y futurista lleno de velocidades matizado por una voz enérgica al lado de un ritmo envolvente.
El single que le da nombre al disco, “Kingdom Of Rust”, parece un invierno potente, pero cuando pasa del oído a la mente sufre una variación que convierte al sencillo en un bosque cálido. Esta canción tiene una gran composición, mientras que la letra transmite una emoción melancólica pero a la vez inspiradora: “I long to feel some beauty in my heart/ as I go searching right to the start” – “Anhelo sentir un poco de belleza en mi corazón, mientras voy buscando la verdad desde el principio”.- El video de la canción trata sobre un hombre que sale de esta ciudad oxidada en busca de algo; llega a diferentes lugares, algunos cubiertos de nieve, otros desérticos, pasa por carreteras y termina en el mar.
La transición del álbum es “10:03”, el cual tiene una colaboración de Tom Rowlands, de los también mancunianos Chemical Brothers: esta pieza es el mejor ejemplo del dance-rock épico de Doves. Un tren que señala el camino a casa, con una melodía lenta y hechizante al inicio, que evoluciona por medio de sintetizadores, los cuales crean un ritmo más acelerado que se mueve a una altura más potente que la principal.
“Compulsion” es la canción que más se diferencia de las otras diez, ya que esta vez los Doves deciden experimentar con un ritmo funk que suena a “Rapture” de Blondie y que se presta un poco más para bailar por el sonido atrevido que tiene; con esto crean la posibilidad de ser contemplados con una mirada diferente sin decepcionar a sus admiradores.
El trío cierra el álbum con un toque elegante y atractivo: “Lifelines”, que resalta por su combinación de altos y bajos justo como la estructura de las demás partes del disco; es un perfecto final para volver a escuchar todo el material de nuevo.
Así es como Doves ha creado otro gran disco, pero esta vez superó a los demás; Kingdom Of Rust ha llegado a nuestra época para demostrar que estos tres músicos todavía pueden producir música de estándares muy altos.
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