Kitsch Glam Magazine

El músico argentino Daniel Melero declaró hace algunos años que las letras de las canciones habían perdido fuerza. Por un lado existían aquellos compositores que abusaban de las metáforas, haciendo de sus textos canciones herméticas e indescifrables, y por el otro, aquellos que en el abuso de la fuerza vocal convertían las letras en gritos sin sentido. En ambos casos las letras se volvían totalmente inofensivas.

En la escena rockera nacional contemporánea, se puede percibir una cierto descuido en el peso y en el poder que puede tener la letra de una canción. Parece ser que las bandas nacionales están más preocupadas por asuntos técnicos (el sonido de las guitarras, baterías, teclados) que por la postura ideológica que puede ser plasmada en las letras de las canciones. Tomemos el caso de Zoe, que en sus últimos discos ha creado todo un imaginario de personajes de corte fantástico: Memo Rex y el Corazón Atómico de la Via Láctea o Reptilectric, que al final del día provoca la incógnita ¿en qué estaría pensando León cuando escribió tal o cual canción? Peor caso ocurre cuando una banda considerada entre las más importantes del país es una grupo instrumental, oculto tras máscaras: sus fans son unánimes al afirmar que “Austin TV dice mucho con su música sin tener que cantar”. Existen artistas que cantan en (mal) inglés como: Dirty Karma, Sour Soul o Suave as Hell, donde el mensaje de las letras se pierde por el uso de un idioma que no es la propio.

Aunque existen grupos como La Maldita Vecindad o Molotov que en canciones como “Apañón” o “Frijolero” reflejan ciertas problemáticas sociales del país, sería importante tener una visión más fresca de la situación social y política del país, porque si bien, tanto La Maldita Vecindad y Molotov tienen puntos de vista muy respetables, estamos hablando de grupos con 12 y 20 años de carrera. Y en este aspecto, un relevo sería muy sano para la escena nacional.

Entre la crítica ibérica se comenta que la diferencia entre los grupos de su país de los noventa y los actuales, es que los primeros escribían letras escapistas mientras que los segundos se preguntan ¿por qué están así las cosas? Como muestra, las bandas y artistas españolas como Dorian, La Habitación Roja, Nacho Vegas y Sr. Chinarro, que lo mismo pueden hablar de la falsedad del sistema político, de los departamentos de 40 m2 y de la soledad de las grandes ciudades, sin dejar de lado las canciones de amor chico-chica.

Quizás Melero tenga razón en decir que las letras se han vuelto inofensivas, sin embargo, ahí están miles de lápices y plumas a las espera de ser desenfundadas; temas sobran: la desconfianza al sistema electoral, los medios de comunicación parciales, la carestía de la vida, el consumismo a seis meses sin intereses, la vida en esta mega ciudad cada vez más opresiva o la debacle ecológica. Preparen, apunten, fuego…

Jacobo Vázquez jacobovzqz@gmail.comEsta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla es colaborador de Ibero 90.9