Kitsch Glam Magazine

(Astralwerks, 2009)
www.batforlashes.com
www.myspace.com/batforlashes

Recomendaciones de escucha:

Deja atrás las cuantiosas referencias musicales vinculadas con Bat for Lashes. Conecta audífonos al reproductor de audio más cercano. Sorbe un té negro cargado y espera pacientemente aquel momento rojizo que anuncia la noche inexorable. En este límite difuso entre el día y la noche, con el corazón roto o en su defecto con la cicatriz dolorosa más cercana, reproduce Two Suns.

Contenido:

Natasha Khan + Pearl = Bat for Lashes
Bat for Lashes (Murciélago para pestañas) es más que la suma de sus partes.

En su primer disco, Fur and Gold, el “nombre artístico” de la compositora británica era un simple sin sentido de palabras que entretejidas, sólo compartían una sonoridad particularmente estética. Es con el predecesor Two Suns, que estos vocablos incoherentes se convierte en la afirmación del talento de BFL. Se descarta la posibilidad de que el primer encuentro con esta “shamana” auditiva hubiera sido un golpe de suerte aislado.

La primera escucha de los “Dos Soles” es abrumadora. La meticulosa confección auditiva de texturas etéreas, las letras poéticas hilvanadas por la alternancia de dos personajes (Natasha y Pearl) y las lúgubres intervenciones de voces masculinas (el oscuro crooner Scott Walker y miembros de Yeasayer) hacen prácticamente imposible el centrarse en alguna de las deliciosas capas del álbum.

Dos nuevos nombres son introducidos en esta leyenda: Pearl y Daniel.

Pearl es la femme-fatale rubia y egocéntrica que funge como un alter-ego que obstaculiza la salida del ser místico y espiritual de Khan. Es la dialéctica de estos dos personajes opuestos conviviendo íntimamente lo que favorece la efervescencia de las duplicidades paradójicas inherentes a Two Suns.

En “Daniel”, el segundo nombre y primer sencillo, habitan toda clase de dualidades. Está basada en la idea de que no se puede amar sin que se rompa un poco el corazón y en el protagonista de Karate Kid: Daniel Laruso. Por medio de sintetizadores y armonías pop, Khan eleva su voz en añoranza a aquel amor inocente.

La intimidad de “Moon and Moon” sólo puede encontrarse con la cercanía proporcionada por audífonos. Simples y desgarradores acordes de piano descubren la intensa gama emocional que permea en cada uno de los once tracks.

El motor del disco, en definitiva es el producto de los pares: el contraste entre Pearl y Natasha, la luminosidad que roza la obscuridad, la ciudad y el desierto, el placer en el displacer, los dos soles, las dos lunas, los dos planetas, los dos amantes en una relación y un segundo disco dos años después.

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