Kitsch Glam Magazine

The Crying Light
El dulce y melancólico sonido de la luz.

por Fer del Portillo

(Secretly Canadian, 2009)
http://antonyandthejohnsons.com/
http://www.myspace.com/antonyandthejohnsons


Un disco de matices básicos. Un sonido que enmarca el tenue sabor del color azul. La sombra del infinito conjugada con la nostálgica voz de Antony Hegarty. Una armonía en la oscuridad del fin. Es la música que participa de una luz tan dulce como el más profundo y dulce beso de la muerte.

Después de recibir un Mercury Price por su álbum I am a Bird now en el 2005, la más reciente producción de Antony & The Johnsons – The Crying Light - crea particulares melodías de nostalgia y evocación que bien pueden arrancar una sonrisa al mismo tiempo que esbozar lágrimas en el rostro. Son profundas canciones de letras que llegan hasta el más profano rincón del cuerpo. Entran desde el oído y pasan por las memorias que llegan hasta el centro de las emociones ocultas. Una verdadera joya en la corona de la melancolía.

“As I came to a screaming/hold me while I’m dreaming/for my fingers are curling and I cannot breathe”. En líricos desprendimientos de un matiz monótono (y dramático) matiz, el particular tono vocal que caracteriza las interpretaciones de Antony Hegarty, estremecen un viaje entre sentimientos y alegrías sobre el amor y el dolor o la agonía del abandono, acompañado con un solemne piano que logra un matrimonio perfecto junto a una muy entrenada voz –que logró experimentar mucho a partir de sus colaboraciones con Hercules and Love Affair- y logra arrebatar el aire al igual que enchinar la piel.

No es un material que incite a mover los pies, su principio versa en cómo liberar algo indescriptible e inexacto que escapó directo del tuétano. Efecto lógico al considerar que Antony es un particular y talentoso músico que se discurre a sí mismo como un transgénero: reflejo en todas sus canciones donde funge su aptitud de compositor y escritor que deja una parte de su alma a cada nota.

The Crying Light es una dedicatoria al bailarín de Butoh – una forma de teatro japonés que involucra situaciones absurdas en temáticas de tabú e ironía - Kazuo Ohno, a quien Antony vio bailar en alguna ocasión: Antony recuerda al bailarín mientras ejecutando una formación divina de un círculo luminoso donde mostraba su alma; ésta emanaba una divinidad creativa, femenina e inocente. La portada del álbum muestra una estilizada fotografía de Ohno retratado en blanco y negro, como una antífona hacía lo que él define como su pariente en el arte.

Como una muestra de la representativa variedad que puede existir dentro del armónico contenido en la grabación, uno de los temas en esta nueva producción se rotula “Epilepsia is Dancing”, generado como un cántico de compasión compulsiva y melodías más alegres a las que acostumbran emanar de las cuerdas del vocalista Hegarty.

El tema es acompañado por un video de eróticos matices y ofrece un paralelo universo a partir de un abrupto ataque epiléptico. Es el desarrollo análogo del mundo de la fantasía entre plumas, flores, caricias y faunos que representan parte del génesis taciturno que ofrece esta nueva producción: Armonía melancólica que transforma la música en lágrimas y luz.


TRACKLIST


1. “Her Eyes Are Underneath the Ground” (4:24)
2. “Epilepsy Is Dancing” (2:42)
3. “One Dove” (5:34)
4. “Kiss My Name” (2:48)
5. “The Crying Light” (3:18)
6. “Another World” (4:00)
7. “Daylight and the Sun” (6:21)
8. “Aeon” (4:35)
9. “Dust and Water” (2:50)
10. “Everglade” (2:58)


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