2 ago 2010



The Arcade Fire
The Suburbs
(Merge / Universal, 2010)

Por Leonora Milán

@leos



Un auto clásico estacionado afuera de una casa suburbana; ¿California, tal vez? No lo sé, me da esa impresión por la palmera en tonos verdes y rojizos, como si fuera parte de una fotografía avejentada.

El suburbio de la infancia de alguien, no sé de quién, no sé de qué época, los tonos de la fotografía y de la música que habita detrás de ese paisaje me hablan de otros tiempos, de una era que quedó atrás, para bien o para mal, y que sólo habita en nuestros recuerdos en una tierra de nostalgia. Una nostalgia de atardeceres, de pórticos, de paseos interminables en autos viejos, de una juventud que tenía toda la vida por delante y mucho tiempo que matar antes de alcanzarla.
El corte abridor, y homónimo del nuevo álbum de The Arcade Fire, es el himno a un atardecer soleado en una silla-columpio en un pórtico, a la mitad del verano. Guitarras acústicas, aburrimiento, juventud en la década de los setenta, vista desde un futuro en el que resulta difícil creer que ese pasado ha quedado atrás.

Perfectamente ligado a ese sentimiento, un acorde mucho más agresivo da comienzo a “Ready to Start”. Un teclado que llega directo al corazón, para guiarnos y darnos fuerza para seguir adelante, listos para comenzar esa nueva vida lejos de la monotonía de la adolescencia... Valor para dejar atrás un amor que no se concreta. Un sentimiento que ha dejado de ser bueno.
Como en toda juventud, el amor y el desamor son temas clave, y los suburbios su escenario. Amor... un tema que no se encontraba en los trabajos anteriores de The Arcade Fire, repletos de una reflexión más cargada de dolor, de impotencia, de un mundo trágico del que nadie podía escapar.

El tono de “The Suburbs” cambia completamente. Aún cuando sigue permeado de un análisis de vida, los temas son mucho menos desesperanzadores, y giran alrededor de ese punto de cambio, del momento en que se da el salto de la juventud a la vida adulta, y de los momentos posteriores en los que se recuerda con añoranza el momento en que el destino nos alcanzó.

Es un álbum escrito desde un lugar luminoso, mientras que “Neon Bible” y “Funeral” partían de algo mucho más oscuro. No hay crisis, no hay catarsis. Hay memoria, hay motivos, hay dolor, pero es un dolor de crecimiento, de dejar atrás y seguir adelante. “Half Light I”, por ejemplo, es lo más oscuro que tiene el álbum, no en melodía, sino en letra. Y no llega a ser realmente oscuridad. Es penumbra, la penumbra que cambia cómo se ven las cosas, que nos hace irreconocibles y nos permite escondernos y a la vez encontrarnos. Es el cambio del día hacia la noche, pero que se queda en el momento en el que el cielo es de un color azul rey, azul intenso, con las primeras estrellas comenzando a aparecer.

Las voces cambian, también; en tracks como “Modern Man” encontramos a un Win Butler que ya no canta con angustia, sino con una suavidad sin precedentes. Él mira lo moderno como algo disfuncional, del que espera, perdido, sin saber qué está esperando. Una inocencia producto de la incomprensión y del desinterés. Una modernidad patética que trasciende épocas. Algo similar ocurre cuando Régine Chassagne toma el control del micrófono. “Empty Room” es una canción angelical, de voces diluidas, gloriosa, casi tres minutos de RCP para un corazón roto... Una canción que nos enseña a lidiar con la soledad, al saber que hay amor detrás de ésta. “Sprawl II (Mountains beyond mountains)” es la favorita de muchos, con Régine de nuevo al mando acompañada (¡oh, novedad!) por bases electrónicas, que nos brindan una sensación tan distinta de lo que no entrega el resto del álbum, acústico y extrañamente orquestal.

Este es un disco sobre juventud, un poco torturada (al sentirse alienada del lugar al que pertenece) pero inocente a la vez, sin los vicios ni la carga del peso del mundo, es un recuerdo de veranos con shorts de mezclilla y desamor, desencuentro, memorias y nostalgia, pero a la vez es un espejo de las preocupaciones de los jóvenes, preocupaciones que se enfrentan con la cara levantada, con disposición, con una necesidad de salir del suburbio, de buscar algo más, de crecer...Hay road trips, hay un deseo de libertad, pero no por estar atrapados, reprimidos, sino por ir hacia adelante, por llegar más lejos. Ese “más lejos” llega con la edad adulta, y lo que encuentran ahí es la añoranza de ese tiempo de tranquilidad del que con tanta ansiedad trataban de huir. Es encontrarse en el presente, inmersos en un mundo caótico y recordar, con tristeza, lo bueno y lo malo del pasado. Siempre regresarán a ese suburbio californiano, que en la memoria queda con una fotografía avejentada.

Tracklist:
01. The Suburbs
02. Ready to Start
03. Modern Man
04. Rococo
05. Empty Room
06. City with No Children
07. Half Light I
08. Half Light II (No Celebration)
09. Suburban War
10. Month of May
11. Wasted Hours
12. Deep Blue
13. We Used to Wait
14. Sprawl I (Flatland)
15. Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)
16. The Suburbs (Continued)

0 Comments:

Post a Comment



Template by:
Free Blog Templates
This template is brought to you by : allblogtools.com | Blogger Templates